2. ¿Qué estilo me gusta para la cocina?
Que el cliente defina su estilo “ayuda al profesional a definir el proyecto con acierto”, dice De Alba. Existen tipos de distribución y recursos decorativos más apropiados para un tipo de estilo u otro. Por eso, al identificar el estilo deseado será más sencillo llevar a cabo el proyecto a buen término.
Además, tal y como comenta Caparrós, “es recomendable que el estudio de cocina realice visitas periódicas durante la reforma –lamentablemente, ahora, la situación de estado de alarma lo impide– para comprobar que las medidas estimadas van acorde con lo establecido en el diseño previo. Durante una reforma es normal que surjan modificaciones que hay que tener en cuenta sobre la marcha para que el resultado final sea perfecto”.
Según Caparrós, “aunque hoy en día hay webs que permiten realizar un diseño de cocina de forma sencilla en pocos pasos, no sustituyen a un profesional, que obviamente tiene formación y experiencia suficiente para realizar un diseño personalizado y adaptado a las necesidades individuales”.
1. ¿Por qué quiero reformar la cocina?
Para Juana de Alba, de Komo Cocinas, esta es la pregunta imprescindible que debemos hacernos antes de empezar con la reforma de la cocina.
Distinguir cuáles cuáles son nuestras necesidades, más allá de modas y tendencias, es fundamental. “Si queremos reformar la cocina porque no tenemos suficiente espacio de almacenaje; si se ha quedado demasiado anticuada o, simplemente, porque ya no nos gusta o no resulta funcional son algunas de las preguntas que el usuario debe haberse hecho antes de acudir al profesional y cuyas respuestas le ayudarán a llevar a cabo un proyecto personalizado que cumpla con las expectativas o exigencias del cliente”, apunta la interiorista.